Tesla ya está al límite: inversionistas piden nuevo rumbo
Una coalición de accionistas de Tesla ha elevado una carta a la presidenta del consejo, Robyn Denholm, exigiendo reformas profundas en la compañía
Sede de Tesla. Crédito: Tesla. Crédito: Cortesía
Lo que empezó como un cuestionamiento aislado se ha convertido en una rebelión organizada.
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Tesla, la empresa que revolucionó la industria automotriz con sus autos eléctricos de alto rendimiento y que llegó a ser sinónimo de innovación bajo el liderazgo de Elon Musk, atraviesa hoy una de las etapas más turbulentas de su historia. Y no se trata solo de cifras, sino de una creciente inconformidad interna: son los propios accionistas quienes ahora claman por un cambio de timón.
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Los últimos meses han expuesto con crudeza una combinación de problemas estructurales, señales de agotamiento financiero y una cada vez más cuestionada figura del CEO, quien divide su tiempo entre múltiples empresas. A ello se suma una pérdida de valor en el mercado que ha alarmado incluso a los más fieles inversores.
Según reportes, Tesla ha visto caer sus beneficios en un 71%, generando un ambiente de inestabilidad que afecta tanto a la percepción pública como a su capacidad de maniobra estratégica.
Y ahora, en medio de rumores que sugieren posibles reemplazos en la dirección, un grupo de accionistas ha decidido pasar a la acción.
Representan colectivamente cerca de 7,9 millones de acciones de Tesla —una fracción modesta si se compara con los 3.200 millones de participaciones en circulación—, pero su mensaje ha resonado con fuerza: el modelo de liderazgo actual no funciona, y es hora de un rediseño profundo en la estructura del poder dentro de la empresa.
Una carta que busca sacudir los cimientos de Tesla
El documento fue dirigido directamente a Robyn Denholm, presidenta del consejo de istración de Tesla. En la carta, revelada por The Washington Post, los accionistas expresan sin ambigüedades su frustración por la situación de la compañía, subrayando una “grave preocupación” sobre su futuro inmediato y a largo plazo.

Más allá de los datos económicos, la coalición de inversores plantea un escenario en el que la desatención de Musk se ha convertido en una amenaza directa para la salud institucional de Tesla. Su implicación en otros negocios, como SpaceX o la red social X (antes Twitter), ha dejado un vacío de liderazgo que, según denuncian, no ha sido cubierto adecuadamente por el resto del consejo.
Elon Musk, en el centro de la tormenta
Elon Musk, quien ha sido la cara pública de Tesla desde sus inicios, se ha vuelto una figura polarizadora. Si bien su visión futurista fue clave en el posicionamiento global de la marca, su gestión reciente ha sido blanco de críticas.
Desde decisiones erráticas en comunicación, hasta su creciente involucramiento en temas políticos, el CEO de Tesla ha desviado la atención de los objetivos de la empresa.
Por ello, los accionistas no solo piden su mayor involucramiento, sino también políticas claras que limiten el alcance de sus otros compromisos laborales.
La solicitud busca garantizar un enfoque total en Tesla por parte de su máximo responsable, quien según múltiples reportes ha delegado excesivamente sus responsabilidades en equipos secundarios mientras enfoca su tiempo en otras compañías.
Restricciones para el Consejo de istración
Uno de los puntos más delicados de la carta tiene que ver con la multiplicidad de cargos que ostentan algunos del Consejo de istración. Según los firmantes, esta situación compromete la gobernabilidad de la empresa y dispersa la atención de quienes deberían velar exclusivamente por su bienestar.
Proponen que cada miembro solo pueda tener un cargo ejecutivo adicional, con el fin de garantizar una “dedicación adecuada” a Tesla. Esta medida, aseguran, permitiría contar con una dirección enfocada y comprometida con los objetivos a largo plazo.

Petición de una mayor independencia en la Junta
Otro aspecto que preocupa profundamente a los accionistas es la falta de independencia real dentro del Consejo. Mencionan que algunas relaciones personales interfieren con la objetividad requerida para la toma de decisiones.
Esta exigencia ha cobrado fuerza tras la reciente incorporación de Jack Hartung, un ex directivo de McDonald’s cuyo yerno trabaja ya en Tesla, y quien también ha tenido vínculos con Kimball Musk, hermano de Elon y actual miembro de la junta. La percepción de nepotismo ha encendido las alarmas entre los inversionistas más institucionales.
Pocas cosas generan más ansiedad entre los accionistas de una empresa que la falta de planificación para el reemplazo de su líder. Y Tesla, según quienes firman la carta, no tiene un plan claro para un futuro sin Elon Musk al frente.
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