Niño de 8 años pidió “sin querer” 70,000 chupetas en Amazon: su mamá quedó arruinada
La puerta de la casa de Holly LaFavers terminó con una montaña de caramelos y su cuenta bancaria en números rojos
Aunque logró rechazar algunas, Amazon no le permitió la devolución de las cajas restantes, argumentando que eran alimentos, por lo que Holly LaFavers decidió hacer público el problema. Crédito: Peace-loving / Algi Febri Sugita | Shutterstock
Lo que comenzó como una mañana tranquila de domingo, el pasado 11 de mayo, terminó en una avalancha de dulces y una cuenta bancaria en números rojos. Holly LaFavers, madre de un niño de 8 años, vivió una escena digna de película cuando descubrió que su hijo había hecho una compra “accidental” en Amazon: 70,000 chupetas Dum-Dums.
Mientras se preparaba para ir a la iglesia en Lexington, Kentucky, LaFavers recibió la primera caja de chupetas. Luego llegó otra, y otra más, hasta que 22 cajas, con un total de 50,600 golosinas, formaban una especie de barricada dulce en la entrada de su edificio.
“¡Mamá, llegaron mis dulces!”, exclamó Liam, su hijo, que justo había salido a montar su patineta. “Entré en pánico, estaba histérica”, relató Holly, de 46 años. El precio de la travesura fue de $4,200 dólares.
Holly decidió hacer público el asunto para peder ayuda
Durante la pandemia, Liam se familiarizó con las compras por internet. Su madre solía dejarlo explorar el sitio de Amazon con la condición de que solo añadiera cosas al carrito, sin comprarlas. Pero este fin de semana, el pequeño decidió preparar una “feria para sus amigos” y, según contó, hizo el pedido “por error”.
Cuando Holly revisó su cuenta bancaria el domingo por la mañana, notó que algo estaba mal. Su saldo estaba en rojo. “Estaba en números rojos”, recordó. Y todo por un cargo de $4,200 dólares por 30 cajas de chupetas.
LaFavers logró rechazar ocho cajas antes de que se entregaran (equivalentes a unas 18,400 chupetas), pero las otras 22 ya estaban en su puerta. Para colmo, Amazon no permitió la devolución de las cajas restantes, argumentando que eran alimentos.
“Mi Alexa ni siquiera sonó para decirme que se habían entregado”, se quejó Holly. Y sin otra opción, decidió hacer público el asunto.
“¡Hola a todos! Liam pidió 30 cajas de Dum-Dums y Amazon no me deja devolverlas. Oferta: caja de 130 dólares. Todavía cerrados”, escribió en Facebook el 4 de mayo. La publicación no tardó en viralizarse y medios locales y nacionales cubrieron la historia. La comunidad se unió para ayudar.
Su noble gesto tras recuperar el dinero
Con el dinero recuperado, Holly LaFavers ya no necesitaba vender los caramelos, así que comenzó a regalarlos. Un vecino planea repartirlos en Halloween, un quiropráctico local se quedó con dos cajas, y un banco en Somerset, Kentucky, aceptó cinco.
Al final, lo que comenzó como un error digital terminó fortaleciendo los lazos de su comunidad. Y de paso, dejó una gran lección: mejor activar los controles parentales en Amazon.
